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Medir en educación; Recursos de evaluación del Consejo Australiano para la Investigación Educativa 1

Por: SINEACETipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Lima EDITORIAL SÚPER GRÁFICA E.I.R.L. 2018Edición: 1ra edición, 1ra reimpresión julio 2018Descripción: 88 paginasISBN: 978-612-4322-29-7Tema(s): Variables educativas | Variables educativas - medición | Educación - MediciónClasificación CDD: 378.85 S V. 1/19 2018 Recursos en línea: Haga clic para acceso en línea Resumen: Entre los años 2009 y 2015, el SINEACE estuvo abocado a la elaboración de estándares de aprendizaje, con la finalidad de contribuir con el Ministerio de Educación y diversos actores a lograr mejores aprendizajes en los estudiantes de la educación básica regular. Durante dicho proceso, se conoció la experiencia australiana de evaluación de los aprendizajes realizada por el Consejo Australiano para la Investigación Educativa (ACER). Su trabajo inspiró la elaboración de los estándares de aprendizaje en forma de mapas de progreso, lo que significó un cambio de paradigma en la manera de enseñar, toda vez que no indican tanto qué debe enseñarse, sino qué debe aprender un estudiante. La pertinencia para el Perú de la experiencia de ACER , motivó que el SINEACE considerara la conveniencia de poner al alcance de los docentes los folletos que comprendían el Kit de Recursos de Evaluación, que había sido un valioso aporte para la elaboración de estándares de aprendizaje. Para ello suscribimos un convenio con ACER, que permite poner al alcance de los lectores de habla castellana el primer número de la serie, que rescata la importancia de la evaluación en el contexto educativo y reflexiona acerca de la necesidad de objetividad en la medición del desempeño educativo Este número busca alcanzar una definición de la medición y aborda el tema de las variables educativas; que permitirán tomar las decisiones más apropiadas 7 para aplicar en cada estudiante según su desarrollo. Asimismo propone un método para construir medidas educativas que sean unidimensionales, objetivas y con un nivel de intervalo. La evaluación es un recurso valioso en la educación, pues proporciona información acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje, la cual debe ser valorada para la toma de decisiones de quienes intervienen en este. Permite a los profesores, además, expresar un juicio de valor sobre el desempeño de los alumnos, ya sea en general o sobre alguna faceta particular de estos.1 El ser humano siempre ha tenido la necesidad de medir. Para ello, ha utilizado conceptos como tamaño, peso, volumen o densidad, conceptos que luego fueron afinándose, lo que permitió separar una variable determinada, independientemente de las demás. Trasladar esta necesidad de medir a un contexto educativo resulta un paso obvio, pues este conocimiento es prioritario tanto para los estudiantes, como para sus padres y la comunidad en general. Para ello, es imprescindible usar medidas del progreso en el desempeño. Las mediciones de desempeño educativo hacen falta para investigar formas de mejorar el aprendizaje de los estudiantes, y para efectuar el seguimiento al rendimiento de los estudiantes a través de los años, lo que es de suma utilidad, si se requiere diseñar nuevos programas o políticas en este sector. Con el propósito de lograr objetividad, se ha buscado uniformizar las unidades de medida, lo que hizo necesario poner a disposición instrumentos de medición calibrados en una misma unidad. Con este mismo fin, la medición debe realizarse bajo condiciones controladas, y es necesario intentar que los intervalos entre conocimiento y conocimiento sean regulares y medibles. Esto cobra relevancia puesto que, mientras más objetiva sea la medición, mayor posibilidad habrá para hacer comparaciones entre aulas, secciones o grados. 1 Gimeno Sacristán, José (1998). La evaluación en la enseñanza. En Comprender y transformar la enseñanza (pp. 334-397). Madrid: Editorial Morata. 8 Decidir la forma que tomará el reporte y el método de evaluación elegido también reviste importancia. Se presentan diferentes métodos y se muestran formas variadas de equivalencia con los modelos propuestos, pues se trata de estimar las dificultades de las tareas (proceso de calibración). Al mismo tiempo, es preciso que las variables sean estables, lo que hace recomendable preparar un banco de ítems para desarrollar y calibrar según se plantea en el mapa de progreso. El SINEACE difunde este libro que, aunque basado en otra realidad, muestra que la evaluación educativa es universal y pertinente para diversas realidades y culturas. Se espera que la presente publicación contribuya a promover entre los actores educativos el debate acerca de la evaluación en tanto recurso valioso en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como para la elaboración de políticas que contribuyan al desarrollo del desempeño educativo. Consejo Directivo Ad Hoc
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Entre los años 2009 y 2015, el SINEACE estuvo abocado a la elaboración de
estándares de aprendizaje, con la finalidad de contribuir con el Ministerio
de Educación y diversos actores a lograr mejores aprendizajes en los
estudiantes de la educación básica regular. Durante dicho proceso, se conoció
la experiencia australiana de evaluación de los aprendizajes realizada por
el Consejo Australiano para la Investigación Educativa (ACER). Su trabajo
inspiró la elaboración de los estándares de aprendizaje en forma de mapas de
progreso, lo que significó un cambio de paradigma en la manera de enseñar,
toda vez que no indican tanto qué debe enseñarse, sino qué debe aprender
un estudiante.
La pertinencia para el Perú de la experiencia de ACER , motivó que el SINEACE
considerara la conveniencia de poner al alcance de los docentes los folletos
que comprendían el Kit de Recursos de Evaluación, que había sido un valioso
aporte para la elaboración de estándares de aprendizaje. Para ello suscribimos
un convenio con ACER, que permite poner al alcance de los lectores de habla
castellana el primer número de la serie, que rescata la importancia de la
evaluación en el contexto educativo y reflexiona acerca de la necesidad de
objetividad en la medición del desempeño educativo Este número busca alcanzar una definición de la medición y aborda el tema de
las variables educativas; que permitirán tomar las decisiones más apropiadas
7
para aplicar en cada estudiante según su desarrollo. Asimismo propone
un método para construir medidas educativas que sean unidimensionales,
objetivas y con un nivel de intervalo.
La evaluación es un recurso valioso en la educación, pues proporciona
información acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje, la cual debe ser
valorada para la toma de decisiones de quienes intervienen en este. Permite a
los profesores, además, expresar un juicio de valor sobre el desempeño de los
alumnos, ya sea en general o sobre alguna faceta particular de estos.1
El ser humano siempre ha tenido la necesidad de medir. Para ello, ha utilizado
conceptos como tamaño, peso, volumen o densidad, conceptos que luego
fueron afinándose, lo que permitió separar una variable determinada,
independientemente de las demás. Trasladar esta necesidad de medir a un
contexto educativo resulta un paso obvio, pues este conocimiento es prioritario
tanto para los estudiantes, como para sus padres y la comunidad en general.
Para ello, es imprescindible usar medidas del progreso en el desempeño.
Las mediciones de desempeño educativo hacen falta para investigar formas
de mejorar el aprendizaje de los estudiantes, y para efectuar el seguimiento al
rendimiento de los estudiantes a través de los años, lo que es de suma utilidad,
si se requiere diseñar nuevos programas o políticas en este sector.
Con el propósito de lograr objetividad, se ha buscado uniformizar las unidades
de medida, lo que hizo necesario poner a disposición instrumentos de
medición calibrados en una misma unidad. Con este mismo fin, la medición
debe realizarse bajo condiciones controladas, y es necesario intentar que los
intervalos entre conocimiento y conocimiento sean regulares y medibles. Esto
cobra relevancia puesto que, mientras más objetiva sea la medición, mayor
posibilidad habrá para hacer comparaciones entre aulas, secciones o grados.
1 Gimeno Sacristán, José (1998). La evaluación en la enseñanza. En Comprender y transformar la enseñanza
(pp. 334-397). Madrid: Editorial Morata.
8
Decidir la forma que tomará el reporte y el método de evaluación elegido
también reviste importancia. Se presentan diferentes métodos y se muestran
formas variadas de equivalencia con los modelos propuestos, pues se trata
de estimar las dificultades de las tareas (proceso de calibración). Al mismo
tiempo, es preciso que las variables sean estables, lo que hace recomendable
preparar un banco de ítems para desarrollar y calibrar según se plantea en el
mapa de progreso.
El SINEACE difunde este libro que, aunque basado en otra realidad, muestra
que la evaluación educativa es universal y pertinente para diversas realidades
y culturas. Se espera que la presente publicación contribuya a promover entre
los actores educativos el debate acerca de la evaluación en tanto recurso
valioso en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como para la elaboración
de políticas que contribuyan al desarrollo del desempeño educativo.
Consejo Directivo Ad Hoc

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