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Planteamiento de Beaufre sobre el modo estratégico indirecto Pensamiento estratégico

Colaborador(es): Mejia Palza, Walter Crl EP | Mori Rabanal, Julio Crl EP | Muñoz Curto, Víctor Crl FAP | Miovich Rospigliosi, José C de N | Monteza Becerra, Elio Crl EP | Merino Mogollón, Miguel Crl EP | O´Connor Riglos, Luis Ivan Crl EP | Muñante Gómez, Pedro Crl PNPTipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Lima - Chorrillos CAEN 2018Descripción: 20 paginas + 31 PPT A4 CDTema(s): Beaufre - Planteamientos | Beaufre - Modo estrategico indirectaClasificación CDD: 1718 Recursos en línea: Haga clic para acceso en línea | Haga clic para acceso en línea | Haga clic para acceso en línea Resumen: A través del tiempo los comandantes siempre se han preocupado por tener la estrategia precisa que será empleada para afrontar una guerra, los diversos escenarios que sirvieron de inspiración para poner a prueba el genio visionario de un comandante militar ha sido y seguirá siendo motivo de profundo análisis por cada adversario, cada quien preocupado por entender que estrategia será empleada por su oponente y a la vez tener la respuesta militar que haga frente con éxito a la de su adversario. La estrategia ya no debe ser una doctrina, sino un método de pensamiento que permite adaptarse de acuerdo a los acontecimientos, a cada situación corresponde una estrategia particular, la estrategia que sirve en una situación, puede no ser inútil en otra, el reconocer este punto es lo esencial. La guerra es abiertamente total, es llevada a cabo simultáneamente en todos los ámbitos político, económico, diplomático y militar, por lo tanto, debe de existir una estrategia total. La estrategia era conocimiento exclusivo de las cúpulas militares, solo los Comandantes supremos tenían acceso a ella. La evolución del mundo nos permite observar que las estrategias usadas por los comandantes en siglos pasados ahora, se vuelve casi ineficaces, así llegamos al siglo XX donde la I GM va a significar el fracaso de las estrategias del siglo XIX, porque aparecen otras concepciones prioritarias como la rapidez, el material, la industria, es decir se concentra el esfuerzo sobre la táctica y el material, la estrategia muchas veces no penetra en el gran público del ejército, que se guía por la técnica y la táctica, trayendo como consecuencia estrepitosas derrotas. En este contexto tenemos que estudiar la estrategia desde una visión de guerra total donde confluyan los esfuerzos políticos, diplomáticos, económicos y militares, teniendo siempre en cuenta que la táctica debe visualizar conseguir los fines de la estrategia, y está orientada a conseguir los objetivos de la política, si entendemos este contexto holístico podemos asegurar la victoria. Beaufre define a la Estrategia como “el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver su conflicto”, le asigna la finalidad de “alcanzar los objetivos fijados por la política utilizando lo mejor posible los medios de que se dispone”, y establece como una fórmula general el “alcanzar la decisión creando y explotando una situación que acarree una desintegración moral al adversario suficiente como para llevarlo a aceptar las condiciones que se le quieren imponer”. A través de estos conceptos, saca a la estrategia del ámbito militar en que había permanecido durante largos años, ubicándola, al más alto nivel de conducción, a la par que señala la gran importancia de las fuerzas morales, y establece la indisoluble relación que debe existir entre la política y la estrategia. La estrategia es definida por Beaufre es total, y está referida siempre al objetivo político, considerándola casi idéntica a la gran política.
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A través del tiempo los comandantes siempre se han preocupado por tener la estrategia precisa que será empleada para afrontar una guerra, los diversos escenarios que sirvieron de inspiración para poner a prueba el genio visionario de un comandante militar ha sido y seguirá siendo motivo de profundo análisis por cada adversario, cada quien preocupado por entender que estrategia será empleada por su oponente y a la vez tener la respuesta militar que haga frente con éxito a la de su adversario.
La estrategia ya no debe ser una doctrina, sino un método de pensamiento que permite adaptarse de acuerdo a los acontecimientos, a cada situación corresponde una estrategia particular, la estrategia que sirve en una situación, puede no ser inútil en otra, el reconocer este punto es lo esencial. La guerra es abiertamente total, es llevada a cabo simultáneamente en todos los ámbitos político, económico, diplomático y militar, por lo tanto, debe de existir una estrategia total.
La estrategia era conocimiento exclusivo de las cúpulas militares, solo los Comandantes supremos tenían acceso a ella. La evolución del mundo nos permite observar que las estrategias usadas por los comandantes en siglos pasados ahora, se vuelve casi ineficaces, así llegamos al siglo XX donde la I GM va a significar el fracaso de las estrategias del siglo XIX, porque aparecen otras concepciones prioritarias como la rapidez, el material, la industria, es decir se concentra el esfuerzo sobre la táctica y el material, la estrategia muchas veces no penetra en el gran público del ejército, que se guía por la técnica y la táctica, trayendo como consecuencia estrepitosas derrotas.
En este contexto tenemos que estudiar la estrategia desde una visión de guerra total donde confluyan los esfuerzos políticos, diplomáticos, económicos y militares, teniendo siempre en cuenta que la táctica debe visualizar conseguir los fines de la estrategia, y está orientada a conseguir los objetivos de la política, si entendemos este contexto holístico podemos asegurar la victoria.
Beaufre define a la Estrategia como “el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver su conflicto”, le asigna la finalidad de “alcanzar los objetivos fijados por la política utilizando lo mejor posible los medios de que se dispone”, y establece como una fórmula general el “alcanzar la decisión creando y explotando una situación que acarree una desintegración moral al adversario suficiente como para llevarlo a aceptar las condiciones que se le quieren imponer”.

A través de estos conceptos, saca a la estrategia del ámbito militar en que había permanecido durante largos años, ubicándola, al más alto nivel de conducción, a la par que señala la gran importancia de las fuerzas morales, y establece la indisoluble relación que debe existir entre la política y la estrategia.

La estrategia es definida por Beaufre es total, y está referida siempre al objetivo político, considerándola casi idéntica a la gran política.

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