Resumen |
La constitución del sistema capitalista mundial se puede considerar terminada después de 1989. Sin embargo la globalización continúa: como aceleración en el tiempo en el cual son conquistados espacios antes inalcanzables al hombre: las profundidades marinas, las estructuras microscópicas de la vida o los espacios planetarios de nuestra galaxia. Globalización significa por ente, alcanzar las estrellas. Sin embargo con esto se intenta también lo imposible. Los espacios se caracterizan por tener fronteras y la aceleración en el tiempo choca con barreras sociales y técnicas, mucho antes de que se alcance la barrera absoluta de la velocidad de la luz. No todo lo que se somete a las tendencias globalizadoras puede globalizarse. Las fronteras sociales y ecológicas se globalizan hasta que se rompen, o bien, se refuerzan para protegerse de los efectos de la globalización. Al hablar de ella se está hablando precisamente de lo ilimitado por una parte de protección y limitación por otra. La comprensión moderna del mundo es históricomundialmente nueva. Sólo tiene 200 años de existencia. Nace con Kant, quien en "Sobre la paz eterna" (1795) otorga un sentido preciso al concepto de derecho ciudadano mundial, de donde proceden los derechos humanos, los derechos civiles y los derechos entre los estados. En el siglo XIX Schlegel y Goethe hablan de literatura mundial, se realizan por primera vez exposiciones mundiales, se funda la unión postal mundial, el movimiento obrero lanza la idea de una revolución mundial. Pero será en el siglo XX cuando se hable de guerras mundiales y de crisis económicas mundiales. Y la idea de "un mundo" se volverá obvia después de la segunda guerra mundial, sobre todo cuando los viajes espaciales hayan convertido al planeta azul en motivo fotográfico. Pero el hecho de que éste es sumamente vulnerable se hizo evidente con el desastre de Chernobyl en 1986. Las consecuencias se dejaron sentir lo mismo en Suecia que en Baviera, e incluso en las lejanas costas orientales de Norteamérica. La idea de una globalización ilimitada es ciertamente fascinante, pero también deben analizarse las contratendencias, las fronteras de la globalización. La tierra se reduce a un "market place", en el cual la información tiene que ser tan sencilla y accesible como en el mercado de pescado de Soho. La construcción del espacio en la marcha de la globalización es un proceso de escisión social, de inclusión y exclusión al mismo tiempo. Todos hablan del proceso de globalización, pero pocos se ocupan de la situación de globalidad. La globalización, como la modernización, es un proceso. La globalidad, como la modernidad, sería una situación, que en la dinámica sociedad mundial es difícilmente imaginable. De ahí surge el problema de que con la economía todo lo demás se gobaliza, incluso aquello que no es globalizable en forma capitalista. La contradicción entre la globalización económica y financiera, que ni conoce fronteras ni tiene fin, y los muy bien limitados recursos sociales y naturales de la vida individual y social, pone en tensión a sociedades enteras, imponiendo sacrificios a las prestaciones sociales y poniendo en peligro puestos de trabajo, todo en aras de imponer disciplina a los costos, los cuales se miden y comparan sólo a nivel mundial. El mercado mundial en todas partes exige ajustes esctructurales. La globalización significa democratización del acceso a cualesquier productos que se fabrican en cualquier parte del mundo. Si bien <br/>4 Autor PAPER DO NAEA 1998 esta democracia se restringe a aquéllos que disfrutan de divisas fuertes. La mayoría de la población mundial, con monedas débiles, queda obviamente excluida. Globalización y democratización tienen raíces comunes y sin embargo se encuentran en una irresoluble contradicción. De lo que no hay duda es de que la globalización trae consigo un mundo integrado. El "nuevo orden mundial" en el siglo XXI estará más escindido que nunca. Estas escisiones atañen sobre todo a los distintos espacios funcionales: la economía globalizada, la política de estados nacionales, la vinculación territorial de la sociedad y la capacidad ecológica del planeta. La globalización en absoluto es ilimitada y por ende debe distinguirse de la situación o estado de globalidad, que no puede alcanzarse, pues la globalización del capital inevitablemente se salta las trancas y desdeña mediante aceleración y expansión todas las medidas de tiempos y espacios generadas social e históricamente. La globalización del planeta Tierra se revela absurda y surrealista, en el sentido de André Breton (1924), esto es, surrealista porque queda fuera del control de nuestra razón y tiene lugar sin considerar la estética ni la moral. De hecho la globalización es impulsada por decisiones racionales de millones de personas y, sin embargo, el resultado es irracional. Lo absurdo de la globalización se muestra en que este proceso no puede llegar a un punto de reposo. Una vez puesta en marcha por los agentes del mercado, tiene que continuar siempre más veloz y más amplia. Analizar la globalización exige tres cosas: primero, analizar aquellas fuerzas que se lanzan sobre las fronteras y más allá de ellas; segundo, demarcar las fronteras sociales, políticas, económicas y culturales, que no existen desde luego como objetos inamovibles, sino que resultan de formas de percepción, conflictos y acuerdos tácitos, por lo que sólo se pueden entender como relaciones sociales. Sobre ellas se construyen tercero, identidades sociales y políticas en disputas sociales sobre dichas fronteras. En el curso de la globalización se transforman los sujetos políticos; emergen nuevos movimientos sociales y los viejos tienen que transformarse. Debe ser posible con los métodos de la ciencia encontrar donde diga "Hasta aquí y no más allá", para descubrir a tiempo callejones sin salida del desarrollo, encender focos de alarma y al mismo tiempo proponer vías alternativas de desarrollo. La globalización, ilimitada y no obstante encaminada al choque con fronteras, despierta nuestro interés porque el modelo globalizador de una capitalización del mundo, de acuerdo a las dimensiones humanas conduce a la catástrofe social y ecológica, porque si se puede hablar de economía y de política mundiales, la existencia de una sociedad mundial sólo en una muy distante lejanía parece realista. PARTE 1. FRONTERAS DE LA SOCIEDAD MUNDIAL Los datos de la producción mundial, del comercio mundial, de las inversiones directas, de la migración y otros análogos, correspondientes a distintos momentos del siglo, podrían hacer pensar que hacia el fin del mismo la globalización no representa nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, dejando de lado los datos, deben tomarse en cuenta cuatro aspectos: 1) Hacia el fin del siglo XX ya no se encuentran en el mapamundi aquellos espacios en blanco que en su tiempo encontraron las potencias de la era imperialista; 2) la nave espacial "Tierra" se ha visto desde el exterior como planeta azul, de tal manera que nuestra imagen del mundo es completamente diferente de la de las generaciones que no tuvieron esta oportunidad; <br/> |